Ejercicios de comprensión lectora nivel inicial

LA ZORRA Y LAS UVAS

Una zorra de mañana,
hambrienta, aún en ayunas,
se encontró unas ricas uvas
colgando alto de una parra.

Por muy alto que saltara
esta pobrecita zorra,
no alcanzaba ni una sola
de las uvas que anhelaba.

“No se puede, yo me rindo”
Mintiéndose sola, dijo:
“¡Menos mal que no quería!
¡Están verdes todavía!”

Querer algo y no obtenerlo
es algo muy doloroso,
por eso nuestro cerebro
empieza de mentiroso.

“Disonancia cognitiva”,
se llama en psicología
a una trampa de la mente
que justifica tu suerte.

1. ¿Quién es el protagonista?

2. ¿A qué subgénero literario pertenece la narración?

3. ¿Cuál es la forma del texto?

4. ¿La zorra quería las uvas?

5. ¿Qué aspecto de la naturaleza humana se critica en el texto?

6. ¿Cuál crees que es la moraleja del texto?

7.  Da un ejemplo de la vida cotidiana donde se pueda aplicar la moraleja de esta historia.


EL VIEJO DE LA FRONTERA PERDIÓ UN CABALLO

塞翁失馬Sài Wēng shī mǎ

Sai Weng (el viejo de la frontera) era una persona reflexiva. No creía que en el mundo existieran cosas como las calamidades o fortunas absolutas. Cada situación debería ser evaluada por sus consecuencias de manera objetiva. Es por esto que cuando se topaba con un infortunio no se preocupaba, y cuando tenía un buen golpe de suerte no se contentaba demasiado. En cada caso, se disponía a aguardar cómo se desenvolvían las cosas.

Un día uno de sus caballos se escapó y se perdió. Cuando sus amigos escucharon el caso, todos fueron a consolarlo. Les dijo: “Gracias, pero no estoy triste por eso, y tampoco saldré a buscarlo. Quizá perder un caballo no sea algo tan malo a fin de cuentas”.

Unos días después, el caballo regresó por sí solo, y trajo consigo una yegua más valiosa que él. Cuando sus amigos fueron a felicitarlo, dijo: “No es algo que valga la pena celebrar. Hacerse de un caballo nuevo bien podría ser un golpe de mala suerte”.

El hijo de Sai Weng se prendó de la nueva y valiosa yegua, y siempre la montaba para salir de paseo. La yegua corría ágil, y un día el hijo de Sai Weng se cayó de ella, rompiéndose la pierna. Cuando sus vecinos escucharon la mala noticia, fueron a consolar a Sai Weng. El viejo les contestó: “Aún sería precipitado decir que lo de la pierna rota fue aciago o fue dichoso”.

Poco después China comenzó una guerra con los bárbaros del Norte, y todos los jóvenes fueron reclutados por orden del gobierno. Se les envió a proteger las fronteras. La guerra se alargó durante años, y muchos jóvenes fueron muertos en batalla. Sólo el hijo de Sai Weng estuvo exento de sus obligaciones militares, debido a su pierna rota. Permaneció en su casa, donde vivió una vida pacífica.

1. ¿Cómo reaccionaba Sai Weng ante las fortunas y las adversidades?

 2. Ordena los sucesos:

___ El caballo volvió con una yegua

___ El caballo de Sai Weng se escapó

___ El hijo de Sai Weng fue exento de ir a la guerra

___ El hijo de Sai Weng se cayó al montar y se rompió la pierna

3. ¿Fue bueno o malo que el caballo de Sai Weng se perdiera?

 4. ¿Cuál es la moraleja? ¿Hay un dicho en español con significado similar?

 5. ¿Qué tiene en común esta historia con la del texto anterior?